Los tratamientos están basados en el trabajo en equipo, en el que es fundamental la implicación de la familia y la coordinación con otros profesionales que tratan al niño/a.

Los tratamientos se llevan a cabo de forma individual o en pequeños grupos. En los casos de niños/as en situación de fragilidad se realiza el tratamiento en el domicilio familiar.

Entendemos el tratamiento como una forma de vida con el niño/a, una serie de actitudes que la familia integra de forma natural y que incluye en sus actividades cotidianas.

El tratamiento en el centro es un tiempo de relación con el niño/a, un tiempo en el que se intenta que viva esa relación con el placer por aprender, avanzar, conseguir nuevos retos y disfrutar con el juego y la relación con los otros y el entorno.

Se considera que el niño/a es el protagonista de su desarrollo y que entre otros derechos tiene uno fundamental, el de ser tratado ante todo como niño/a, con las necesidades propias de su edad: necesidad de comunicación, descanso, tiempos de ocio, etc, adaptadas a sus necesidades específicas.